"...DÓNDE ENTRO SI ESTOY SOLA ..." * Lo DeMáS sOn PaLaBrAs tAn SoLo PaLaBrAs *

jueves, 4 de marzo de 2010

¿Incondicional?

Y de verdad lo pensaba. Estaba convencida de ello. Todos me decían que no… pero yo ni les quería escuchar. Sabía que aguantaría lo que hiciera falta. Que lucharía hasta la muerte por algo que no podía explicar… Por algo que sólo podía sentir. En realidad me encantaba esa sensación de seguridad y fortaleza. Me tranquilizaba pensar que no iba a desistir. Mientras yo me mantuviera en pie, todo seguiría bien. Daba igual lo que tu hicieras, o en realidad, lo que tú no hicieras… yo podía sostenernos a los dos… Tu lo sabías, verdad? Siempre fui un libro abierto. Siempre alcé ante tus ojos la bandera de mi incondicionalidad y tú te cobijaste bajo su sombra.

No sé cómo ni cuándo… supongo que no es algo que suceda de un día para otro. Es como si de pronto, una pequeña fuga… de un tamaño microscópico, empezara a dejar salir lentamente el aire de mi fortaleza. De mis creencias. Y cada día siento un poco menos. Cada día tiene menos lógica esta lucha. Cada día va minando sin que yo sea prácticamente consciente, ni tu tampoco. Y esa es la trampa… esa es la clave de su éxito. Te pilla por sorpresa… no la ves venir… y cuando de pronto un día buscas las ganas, simplemente ya no están. No está esa fuerza que te hacía aguantar antaño. Y en lugar de eso, ya no nada.

El miedo que supone darse cuenta de que uno deja de sentir, no hay palabras con las que explicarlo. Pero la tranquilidad y la felicidad… tampoco. El miedo a la felicidad del olvido. El miedo al olvido, después de haber luchado tanto. El miedo a la felicidad, después de haber sufrido. El sufrimiento por una causa que creía justa. La decepción por ser capaz de ver una injusticia que he aceptado yo sola, que tú has dejado que aceptara, que a ti ya te convenía. Y este punto, este instante, este periodo de reflexión antes del no-retorno. El aviso, antes de que todo cambie irremediablemente. El grito de auxilio: sé justo, deja de dejar que te sostenga, que nos sostenga… Ahora o nunca. Ponle un parche a la fuga. Haz que vuelva a sentir. Dale sentido a mi lucha y no dejes que sea a muerte.



Vuélveme condicional y asume mis condiciones.