"...DÓNDE ENTRO SI ESTOY SOLA ..." * Lo DeMáS sOn PaLaBrAs tAn SoLo PaLaBrAs *

lunes, 14 de enero de 2008

INTERCAMBIO

Me concentré mucho, muchísimo... Apreté mis dedos contra mis sienes y cerré los ojos hasta que me dolía toda la cara e invadieron la oscuridad un centenar de puntitos brillantes. Aflojé los dedos. Estaba mareada y sentí que mi cuerpo se balanceaba un poco hacia delante. No me caí. Me mantuve firme en mi propósito, y lo conseguí. En un instante había intercambiado tu cuerpo con el mío, cómo si de brujería se tratase. Ya está, me dije. Ahora yo iba a sentir lo que tu sentías, y tú lo que sentía yo. No era una sentencia. Ni un castigo. Era algo momentáneo que nos iba a ayudar, sin duda, a comprendernos mejor, aceptarnos, saber tratarnos, querernos...
Pero no a quererte a ti como yo quería que tu me quisieras, que era la única forma que yo conocía. Sino a sentir, que era lo que tu necesitabas... A comprender como te afectaban mis reacciones, mis palabras, mis caricias y mis gestos. A sentir cómo te dolían mis negativas y cómo te alegraban mis cumplidos. A desear lo que tu deseabas. A llorar por lo que tu llorabas. Y a aprender como me mirabas, qué pensabas de mí, darme cuenta de que me apreciabas a tu manera, única y hasta ahora incomprensible para mi. Y por descontado esperaba lo mismo de tu experiencia. De esta maravillosa experiencia que yo te había brindado. Y que no me quisieras a mi como tu habías aprendido a quererme, que era la única forma que conocías. Sino a sentir, que era lo que yo necesitaba... A comprender como me afectaban tus reacciones, tus palabras, tus caricias y tus gestos. A sentir como me dolían tus negativas y cómo me alegraban tus cumplidos. A desear lo que yo deseaba. A llorar por lo que yo lloraba. Y a que aprendieras como te miraba, qué pensaba de ti, que te dieras cuenta de que te apreciaba a mi manera, única y hasta ahora, también incomprensible para ti.