"...DÓNDE ENTRO SI ESTOY SOLA ..." * Lo DeMáS sOn PaLaBrAs tAn SoLo PaLaBrAs *

lunes, 14 de mayo de 2007

FELICIDAD

Parece que cuando más tristes, decepcionades y rabiosos nos sentimos, mayor es la necesidad que experimentamos por expresar esos sentimientos a los demás.
Es cómo si al escribir, la rabia se impregnase en las palabras y nos liberara de esa opresión con que nos atrapa...
Cómo si al compartirla, la tristeza se dividiera en dos y fuera más liviana de soportar...
Las lineas más dulces y sentidas siempre se escriben empañadas en lágrimas de dolor.
La empatía que despierta el sufrimiento ajeno al hacerlo nuestro también.
Los recuerdos que unas simples frases pueden llegar a evocar de repente, todo lo que nos pueden hacer sentir de nuevo...









La felicidad en cambio nos vuelve recelosos.
Cuando somos felices no necesitamos compartir nada con nadie... nos da miedo que quizás al compartirla, la felicidad también se divida en dos.
Nos despreocupamos de todo, nos suponemos invencibles, ¡somos felices! ¿Qué más podemos querer?
No podemos empatizar con nadie... y nadie puede empatizar con nosotros.
Tememos levantar envidias... tememos quizás perder el apoyo de los que están a nuestro lado cuando lloramos... tememos que al exteriorizar lo que sentimos, la felicidad sencillamente desaparezca, cómo si de un sueño se tratara, que se muere al despertar.