"...DÓNDE ENTRO SI ESTOY SOLA ..." * Lo DeMáS sOn PaLaBrAs tAn SoLo PaLaBrAs *

miércoles, 2 de abril de 2008

Hoy me ha venido a la mente, esa sensación mágica… ese estado en el que te encuentras cuando conoces a alguien por primera vez… Aunque, en realidad, está mal dicho eso de ‘conocer’, porque nada sabemos de esa otra persona. Más bien deberíamos decir ‘desconocer’ a alguien por primera vez. Y es que en ese instante mágico, que solamente se pude dar una única vez en la vida, se abren ante ti y ante esa persona todas las posibilidades que una nueva relación puede ofrecer. Ese primer contacto, esa primera mirada, las primeras palabras, los primero gestos con intención… todo, absolutamente todo es decisivo. Y una vez todo este mecanismo de conocimiento y experiencia mutua se ha puesto en marcha, ya no hay vuelta atrás. Ya no podemos volver a empezar con esa persona nunca más… ya para siempre tendremos un conocimiento, un recuerdo, un pasado en común… Algo, que ya se grande o pequeño, nos va cerrando puertas y nos va minando las posibilidades aún sin darnos cuenta…

La incertidumbre, el no saber, el intuir, el adivinar en la mirada del otro, en las acciones del otro lo que piensa. La inocencia de los primeros intercambios de palabras, cuando no sabes qué decir para no equivocarte, cuando perdonas las equivocaciones del otro por desconocimiento. Sorprenderte, tener miedo, tener dudas, tener ganas de conocer más… Compartir, experimentar, crear una historia juntos, una vida, tejer una confianza, generar expectativas y desilusiones, comerse, muchas veces las decepciones y cerrar… sobretodo cerrar, todavía más aquellas primeras posibilidades.

Cuando nos queremos dar cuenta, esa magia del primer momento cuando ‘desconocemos’ a alguien, ha dejado paso a otra cosa, que no sé muy bien qué es… ¿Una rutina? ¿Una comodidad? ¿Una seguridad? ¿Una inseguridad? ¿Una costumbre? No… Simplemente es que el hecho de conocer y de vivir y de crear una historia, nos cierra las puertas que al principio estaban aún abiertas. El camino andado junto a esa persona nos lleva hasta lo que somos ahora, hasta nuestro destino. Lo andado es lo que es, y no puede ser de otra manera. Y lo que pudo ser, no será jamás, pues tan sólo existe lo que fue.

Hoy me ha venido a la mente, esa sensación extraña de querer volver a empezar, de querer volver a conocer a alguien y de volver a tener todas las posibilidades aún. De andar otro camino distinto, de que lo que pudo ser, sea… De genera otros recuerdos, otras experiencias, otra historia, otra vida…

Pero aún me queda mucho que tejer.