"...DÓNDE ENTRO SI ESTOY SOLA ..." * Lo DeMáS sOn PaLaBrAs tAn SoLo PaLaBrAs *

miércoles, 27 de enero de 2010

INESPERABLE

¿Cómo de miserable ha de ser la vida del que espera lo inesperable? Inesperable, que no inesperado. Lo inesperado es aquello que sucede sin que uno lo espere. Lo inesperable es aquello que uno no debe esperar… ¿Qué no debe? Bueno, lo inesperable es aquello que no puede ser esperado. Pero todo aquello que no debe ser, suele resultar de lo más atractivo.

Así que nos hemos quedado en la espera. Esperar, es tener esperanza. ¿Se puede tener la esperanza de que suceda algo que sabemos que no va a suceder? Si, se puede. ¿Y no hace esa esperanza entonces que exista alguna posibilidad? Pues si. Porque si no tuviéramos esperanza y no esperáramos, entonces es cuando nada sucedería… Por lo tanto, esperar lo inesperable, hace lo inesperable esperable.

Y la espera es… Duda. Miedo. Fracaso. Desilusión. Lucha. Deseo. Duda. Más duda. Más fracaso. Alguna alegría… que viene seguida de más desilusión. Son días, palabras, estrategias, desesperación y resignación. No hay nada que ayude más: la resignación. La resignación a la espera, que lo precede todo. A la derrota, que está casi asumida. Y resignación a que quizás, el día menos pensado, cuando ya hayas dejado de esperar, suceda lo… inesperado. Si, inesperado, puesto que ya no lo esperabas.

¡Y qué alegría debe ser esa! Lo debe llenar todo. Todo. La euforia, casi indecente, del que tiene todo aquello que ha deseado, todo aquello que había dado por perdido, por no merecido o por… imposible.